MISIÓN Y VISIÓN DE LA ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA AGRONÓMICA, ALIMENTARIA Y DE BIOSISTEMAS

Nuestra Escuela nunca se ha puesto de moda porque probablemente nunca haya dejado de estarlo. Algo que el ser humano siempre ha hecho desde que apareció en la historia de la evolución ha sido comer, y no dejará de hacerlo mientras siga en este mundo. Las tierras cultivadas ya han llegado a su límite a nivel mundial. La creciente población humana no se podrá alimentar a base de aumentar la superficie del planeta dedicada a producir alimentos, sino siendo más eficientes en la producción y conservación de los mismos. Una de las cosas que ha puesto en evidencia la actual crisis sanitaria es la importancia de los sectores sanitario y agroalimentario. Las cuestiones medioambientales se valoran cada vez más. Nosotros tenemos la suerte de impartir enseñanzas relacionadas con la biotecnología sanitaria, la producción y elaboración de alimentos, y el medio ambiente rural. Tenemos una oportunidad de reivindicarnos como un sector esencial del sistema educativo. Somos parte de una entidad imprescindible, con mucha historia y un futuro ilimitado.

La misión fundamental de la Escuela es formar profesionales en esos sectores esenciales. La labor prioritaria es la docencia, con el complemento necesario de proporcionar los medios para que nuestros egresados accedan en el menor tiempo posible al mercado laboral. No basta con formar profesionales competentes, sino que hay que darles el empujón y los medios para que demuestren su competencia (incluida la cantera para continuar la labor docente en el nuestro y en otros centros universitarios). La docencia debe estar apoyada en tres soportes; tres soportes proporcionan el apoyo más estable, ya que se adaptan a cualquier superficie sin importar sus irregularidades. Los tres soportes son la investigación, la cual permite generar nuevos conocimientos, la innovación o aplicación del conocimiento a nuevos desarrollos útiles y la difusión para popularizar el conocimiento fuera de nuestro ámbito; antes se conseguía escribiendo en revistas y libros y actualmente también por medios digitales.

Debemos apostar por la cantidad, de la cual saldrá la calidad. Hay que hacer los mayores esfuerzos para que nuestras titulaciones reciban cada año una cifra de nuevos alumnos acorde con nuestra capacidad y lo que estipulan las respectivas memorias de verificación. Estamos orgullosos de tener un Grado con la mayor nota de corte de la UPM, pero en otros nunca hemos cubierto el cupo de admisión. Siempre hemos recibido alumnos procedentes de provincias, la mayoría porque sus familias están vinculadas con la agricultura, pero también tenemos que ganarnos a los jóvenes madrileños.

Algunas veces he oído decir a estudiantes que, cuando comentaron a su entorno de amigos que querían estudiar algo relacionado con la agricultura, le contestaron que eso no lo había en Madrid. No creían que en una ciudad muy grande, donde la palabra “campo” solo se relaciona con la Casa de Campo, hubiera enseñanza de agricultura, y tuvo que estar averiguando si alguna de las universidades madrileñas ofrecía esos estudios. Los escolares tienen que conocer nuestra existencia e instalaciones. Debemos proseguir e incrementar acciones que, con mayor o menor éxito, ya se han intentado anteriormente. Tenemos muchas cosas que gustan a jóvenes de esa edad: bodega, quesería, banco de germoplasma, laboratorios bien equipados, colección de plantas, de insectos, el edificio más antiguo de la Ciudad Universitaria, nuestro reloj de sol, además del Campo de Experimentación. En la Escuela de Caminos ofrecen algo parecido; muchas mañanas hay grupos de niños y para ello han habilitado un taller de matemáticas junto a la biblioteca, siendo los monitores alumnos con beca colaboración. Aquí no tenemos que habilitar nada, pues lo que podemos enseñar es más atractivo y variado, y contamos con la ventaja de que muchas de esas instalaciones están muy próximas a una estación de Metro.

Otra posibilidad de dar a conocer nuestra Escuela, si cuento con la conformidad de otras personas, especialmente de los/las conserjes, y con ello aúno mi principal afición con mi profesión, es que algún aula sea sede de torneos de ajedrez infantiles o juveniles. La Federación Madrileña de Ajedrez organiza muchos torneos a lo largo de la temporada y solo dispone de una sala propia de juego. Hay torneos llamados Sub 10, Sub 12, Sub 14, etc. en función de la edad máxima de los participantes. No costaría mucho acordar con la Federación que seamos sede de alguno de esos torneos. La Federación traería los tableros, piezas, relojes, planillas y árbitro, nosotros pondríamos la sala, mesas y sillas, y vendrían niños.

Si en torno a la festividad de San Isidro organizamos una actividad que se considere atractiva a los vecinos de Madrid, se puede proponer al Ayuntamiento que lo incluya en el programa de fiestas del que se hacen miles de ejemplares y cuelgan en su página web.

En el sector profesional que mejor conozco, me consta que nuestros alumnos y egresados son valorados por encima de los de otros centros y copan los puestos técnicos en las principales empresas, pero ni podemos dormirnos en los laureles ni dejar de aspirar que ocurra lo mismo en otros sectores (si es que no ocurre en la actualidad). La marca comercial más conocida del mundo quizás sea Coca-Cola, y no por ello deja de hacer continuamente campañas publicitarias. Nosotros debemos mantener una mejora continua de la formación que damos a nuestros estudiantes, y solicitar o exigir a las instancias competentes los recursos necesarios.

La internacionalización de nuestro centro debe ser un objetivo natural. Nuestras colaboraciones en docencia, investigación, innovación y cooperación con otras universidades y centros de investigación son un inmejorable punto de partida para buscar sinergias con los ámbitos que nos son afines.

ACTIVIDAD DOCENTE E INNOVACIÓN EDUCATIVA

En estos momentos, hay un número no desdeñable de centros en otras universidades que ofertan titulaciones en los mismos ámbitos del saber que el nuestro. Debemos formular una oferta de calidad, observable en nuestra página web, en las ventajas competitivas de nuestros egresados y con la fuerza suficiente como para que se transmita en el boca a boca.

En los últimos años hemos sufrido varias sacudidas con réplicas, como las de los terremotos. La entrada en vigor del conocido como Plan Bolonia, que obligó a estructurar las enseñanzas en los niveles de Grado y Máster, más la eliminación de duplicidades de titulaciones como consecuencia de la fusión entre las dos antiguas Escuelas, ha hecho que en pocos años hayan aparecido y desaparecido titulaciones. Antes, cada vez que se cambiaba de plan de estudios, el nombre de la titulación se mantenía. Ahora los egresados en Grados que han sido sustituidos por otro cuyo nombre es idéntico sentirán que sus estudios tienen continuidad, pero los egresados en Ingeniería y Ciencia Agronómica y los egresados en Tecnologías de las Industrias Agrarias y Alimentarias pueden formar, cada grupo, una asociación cuyo principal objetivo sea explicar a la sociedad qué estudiaron, porque probablemente en el futuro no haya otra titulación que tenga las mismas denominaciones.

La oferta docente de nuestro centro es suficientemente amplia; existen 5 titulaciones de Grado (más 4 en extinción), un Máster habilitante, 11 másteres universitarios de especialización (uno en colaboración con la Facultad de Veterinaria, uno en colaboración con la Escuela de Montes y uno ligado con doble Máster al habilitante) y 5 másteres propios. Además, se acaba de pone en marcha un curso de experto en Agricultura de Precisión.

Creo que hay que dar un tiempo de reposo a las titulaciones que marcan nuestra columna vertebral, los Grados y el Máster habilitante, y estar alertas si surgen demandas de especialistas en determinado sector para formarlos, a modo de ramas que brotan del grueso y diverso tronco que sustenta nuestra casa. Esas demandas se satisfarán con títulos de especialización propios cuya puesta en marcha es más ágil. Pero reposo no significa inmovilismo. En el Grado en Ingeniería Agrícola se acaba de solicitar una pequeña modificación de la memoria de verificación. Todos los Grados son mejorables y se pueden modificar al ritmo que permite la normativa. Las titulaciones son entes dinámicos, casi vivos, que requieren actualizaciones, no solo en sus documentos fundacionales como es la memoria de verificación, sino también en el día a día de su funcionamiento. Las comisiones de coordinación de los Grados y Másteres se han mostrado como una buena herramienta de organización y mejora de los mismos; debemos seguir reforzando dichas comisiones de coordinación. Los alumnos deben estar concienciados de que ellos también pueden aportar sugerencias valiosas a través de los representantes que participan en las comisiones de las titulaciones y los restantes miembros de cada comisión valorar esa participación. Hay que tomarse totalmente en serio los documentos que se elaboran sobre la marcha de las titulaciones, como son los informes de asignatura y de titulación. Discurrir pequeñas mejoras consensuadas tras un debate serio, que puedan incorporarse curso a curso para alcanzar el objetivo final, que es la mejor capacitación de los egresados como personas y como titulados. Los alumnos deben tomarse en serio las encuestas que se realizan al final de cada periodo lectivo y los profesores escuchar sus opiniones. Por ejemplo, en las encuestas del Máster Universitario en Ingeniería Agronómica, que he revisado recientemente con motivo de ocuparme temporalmente de su coordinación, había numerosas opiniones de que debe contener más actividades prácticas. He tomado nota y lo aplicaré a partir del próximo curso en la asignatura de ese Máster que imparto. Los alumnos son los primeros interesados en que la docencia alcance la máxima calidad y eficacia; hay que escucharlos, esforzarnos en darles la mejor formación posible. Exigirnos y exigirles. Trabajarán, pero al final estarán agradecidos.

En nuestro centro existen 18 grupos de Innovación Educativa que agrupan a unos 200 miembros entre PDI y PAS, lo que nos permite aventurar que podremos mantener la mejora continua de las metodologías docentes con cierta garantía de éxito.

La oferta académica se completa con los 5 programas de doctorado existentes en nuestro centro. Las líneas de investigación propuestas conforman una oferta atractiva con suficiente fuerza como para atraer doctorandos procedentes de otras universidades.

ACTIVIDAD INVESTIGADORA

Nuestra Escuela tiene un buen nivel en lo relativo a investigación, contando con 30 grupos de investigación y tres centros (CEIGRAM, CBGP e Itd). Pero, ¿qué sabemos de lo que se hace en esos grupos y centros de investigación?, confieso que yo conozco muy poco y, de algunos, nada. Una iniciativa interesante es invitarles a que, aquellos que quieran, muestren a toda la Escuela un resumen de sus trabajos recientes y actuales. Una charla en un salón de actos o por otro medio, un grupo o centro al mes, serviría para conocerlos, que exhibieran sus logros y para que surgiesen ideas o colaboraciones insospechadas. Hace muchos años, cuando existían las antiguas cátedras, se hizo esa labor de divulgación interna de tareas investigadoras, y unos grupos ofrecieron ideas y su colaboración a otros en temas aparentemente independientes, pero que descubrieron puntos en común.

Quizás tengamos año tras año el récord de tesis leídas en la UPM, algunas realizadas por doctorandos extranjeros que nos eligieron para ser doctores.

Casi la mitad de los proyectos que se desarrollan en nuestro centro son fruto de convenios con empresas privadas, lo que abre perspectivas de empleabilidad a nuestros egresados. Muchas empresas relacionadas con los sectores agroalimentarios tienen en sus puestos directivos a antiguos egresados de esta Escuela, por lo que será fácil estrechar las relaciones con ellas; la dirección debe promover el acercamiento y los grupos de profesores de ese sector proponer colaboraciones.

Disponemos de la Fundación Premio Arce para gestionar los proyectos y convenios desde un organismo muy próximo. Hasta el año 2012, los cánones generados por proyectos y convenios realizados a través de la Fundación Premio Arce eran gestionados por la misma, e ingresaba rápidamente en cuentas de la Escuela y de los Departamentos la proporción de los cánones que les correspondía. Su disposición era rápida y ágil. A partir de ese año la Fundación solo se queda con la parte de los cánones reservado al órgano gestor, pero el resto lo ingresa en una cuenta de la UPM quien, teóricamente lo traspasa a cuentas del centro y de los Departamentos gestionadas desde la OTT. El problema no es solo que la disponibilidad al centro y a los Departamentos se retrase y sea menos ágil, sino que los últimos cánones puestos a disposición de los Departamentos y del centro son los correspondientes a convenios del año 2015. Tenemos dos reivindicaciones pendientes con el Rectorado: la devolución de los cánones posteriores a esa fecha y la gestión directa desde la Fundación Premio Arce como ocurría hasta el año 2012.

ESTRUCTURA DEL CENTRO Y DE LA DIRECCIÓN DE LA ETSIAAB

La ETSIAAB dispone en estos momentos de una estructura departamental constituida por 5 departamentos y 2 secciones departamentales de los departamentos trasversales de Matemática Aplicada y Lingüística Aplicada. Desde la dirección se deberá trabajar conjuntamente con las direcciones de los Departamentos.

El Personal de Administración y Servicios adscrito a los Departamentos es una pieza clave en el desarrollo de las actividades de docencia e investigación, y el adscrito a los llamados Servicios Centrales para el buen funcionamiento de las estructuras de gestión que apoyan dichas actividades. La Relación de Puestos de Trabajo suele pasar por largos periodos inamovible, pero debe actualizarse para atender a las necesidades que vayan surgiendo.

El Director de la Escuela ostenta la representación del centro y ejerce las funciones de dirección y gestión ordinaria, siendo sus competencias las que establece el artículo 74 de los Estatutos de la UPM, una de las cuales es “Designar a los Subdirectores y al Secretario del Centro, así como a los Adjuntos a la Dirección”. Por ello, si resulto elegido Director buscaré un equipo entre las personas más dispuestas a entregar su tiempo a las funciones que se le encomienden en aras del mejor funcionamiento posible de todos los engranajes de la Escuela, sin favorecer una parte de los mismos en detrimento de otros. Quienes ostenten estos cargos, más una representación de los directores de Departamento, el alumnado y la Junta de Escuela constituyen la Comisión de Gobierno que asistirá al Director según establecen también los estatutos.

Considero que no es necesario rodearse de más consejos, comités o comisiones que las estatutariamente establecidos. Las decisiones se deben tomar en el ámbito de actuación de cada una y el Director asumir su responsabilidad en las que es competente según los estatutos.

Hay algunas subdirecciones tradicionales y otras que han aparecido y desaparecido en los sucesivos mandatos según las necesidades. Es fundamental contar con una Subdirección de Ordenación Académica, cuyo responsable esté auxiliado por los Coordinadores de cada titulación a fin de organizar la programación docente, distribución de aulas, etc. Una Subdirección dedicada a los demás asuntos relacionados con los estudiantes diferentes de la programación docente, como son las prácticas externas, movilidad, inserción laboral y relaciones con los egresados. Una Subdirección de Investigación que se ocupe de las competencias relativas al doctorado. Una Subdirección de patrimonio e Infraestructuras, bien apoyada por parte del personal destinado en los Servicios Centrales de la Escuela, que se ocupará del mantenimiento y mejora de las instalaciones. Una Subdirección relacionada con todos los temas relativos a la calidad, dada la importancia cada vez mayor que se da a este tema, entendida por tal principalmente la calidad docente, y la atención a todos los procesos de verificación, renovación o certificación de titulaciones. El resto de responsabilidades que no pudieran ser atendidas directamente por el Director o alguno de los Subdirectores se cubrirían con Adjuntos, en un número que podría variar con el tiempo, entre los cuales habría quizás un Adjunto para asuntos económicos, para relaciones con el exterior, servicios informáticos de la Escuela, gestión del Campo de Experimentación …

La Junta de Escuela es el máximo órgano de decisión del centro. A ella corresponden atribuciones tan importantes como las propuestas de creación o supresión de titulaciones, la elaboración y revisión de planes de estudio o la definición de necesidades de personal.