LA ETSIAAB Y LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE
En el año 2015, el plenario de las Naciones Unidas aprobó la agenda 2030. Esta nueva agenda recoge diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que deberán cumplirse en el año 2030. Las políticas agrarias y ambientales deben estar alineadas con la agenda, al igual que los programas docentes y de investigación. Es por ello pertinente conocerla con detalle.
El ODS 4 Educación de calidad nos anima a «Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos». Otros llaman a la investigación y la enseñanza para acabar con el hambre: ODS 2 Hambre cero, a poner fin a la pobreza que afecta de forma particular al medio rural: ODS 1 Fin de la pobreza. Los hay que llaman a la acción de todos los colectivos, entre los que se incluye el universitario: ODS 12 Producción y consumo responsables y ODS 13 Acción por el clima.
La UPM es consciente de estos retos y trabaja en la sostenibilidad medioambiental, social y económica con un enfoque abierto. Para ese fin ha constituido los nodos ODS en cada Escuela. El Nodo ODS se encarga de implicar acciones orientadas al cumplimento de los ODS. La ETSIAAB es la Escuela que más superficie aporta al Campus de Excelencia Internacional de Moncloa por lo que debe tener un papel relevante en el plan de sostenibilidad de la UPM. Es necesario reforzar y visibilizar el Nodo ODS vinculado a la ETSIAAB.
Todo el sector agroalimentario y los biosistemas están vinculados, en mayor o menor medida, a los 17 objetivos. Es un sector clave, como lo ha puesto de manifiesto la actual pandemia de la COVID-19, tanto por la producción de alimentos y como para mantener un planeta sano. ¿Qué producir? y ¿cómo producir?, son cuestiones que van más allá de las inquietudes personales. Las herramientas tecnológicas y científicas las tenemos a nuestro alcance para responder a esas preguntas de manera informada a través de la correcta aplicación de la ingeniería, la agronomía, las ciencias agrarias y la biotecnología. Por tanto, las acciones encaminadas al cumplimiento de los ODS van a tener especial relevancia e impacto en este sector y en toda la cadena, del campo a la mesa.
El Rectorado acaba de lanzar la primera convocatoria de proyectos para impulsar la transición ecológica en la Universidad, la cual será seguida por otras en un programa que durará tres años. Nuestra Escuela debe acudir con proyectos que contribuyan a reducir el consumo energético, aumentar la eficiencia energética y reducir las emisiones contaminantes.
El Instituto de Ciencias de la Educación de la UPM ha organizado para finales de abril y comienzos de mayo el curso titulado Cómo incluir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y competencias de sostenibilidad en mis asignaturas, dirigidos a profesores.
Estamos, pues inmersos en una tarea promovida desde la ONU, a la que nuestra Universidad dedica recursos y directamente relacionada con varias de nuestras titulaciones. Desde la Dirección de nuestra Escuela debemos fomentar tanto el aprovechamiento de algunos de esos recursos en nuestras instalaciones y personal como en mejorar la calidad de la educación que aquí se imparte orientada a concienciar y formar en esos objetivos.
La Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica Alimentaria y de Biosistemas arrancó su nueva andadura hace cinco años, pero es heredera de la que nació hace 116 años en Aranjuez y que, poco tiempo después, se trasladó a la finca La Florida, entonces a las afueras de Madrid. Ha ido adaptándose a los tiempos, ya que esta es una necesidad perentoria para seguir cumpliendo lo mejor posible las misiones que tiene encomendadas. La frase “Renovarse o morir” no se debe tomar de forma drástica en sentido literal, pero en nuestro caso se podría sustituir por “Renovarse o desdibujarse”.
Intentaré transmitiros algunas ideas y contagiaros mi ilusión para llevarlas a cabo. Una entidad con tantas personas, edificios y terreno solo puede funcionar bien si todos ponemos lo mejor de nosotros mismos y nos sentimos participes de un proyecto común.
El progreso de nuestro centro debe contar con todos los miembros que lo componemos: estudiantes, personal de administración y servicios, profesorado e investigadores, y para ello es fundamental disfrutar de un ambiente de confianza que estimule la participación, en la seguridad de que todas las iniciativas serán escuchadas.
Todos me conocéis por Jacinto. Tengo la suerte de tener un nombre poco común y hasta los actuales estudiantes con quienes me relaciono me llaman de tú y por mi nombre. He vivido entre mi lugar de nacimiento (un pequeño pueblo de Extremadura) y Madrid, con estancias más o menos largas en muchos lugares del mundo por motivos profesionales. Creo que muchos conocéis mi afición por el ajedrez (he disputado cientos de partidas en torneos y todas las partidas que se han jugado en nuestro tablero de ajedrez gigante) y por la literatura (no me refiero solo a leer, sino también a escribir).
De pequeño me familiaricé con el campo. En mi infancia vi arar con mulas, segar con hoz, trillar con trillo y marcar el ganado con hierro candente. No solo lo vi, sino que también lo viví. Los labradores a cuyas eras me acercaba, me dejaban solo en el trillo arreando las mulas para dar vueltas en la parva mientras ellos iban un rato a descansar a la sombra. Todavía recuerdo cuáles eran las voces de mando para ordenar a una mula que se desviase a la derecha, a la izquierda o el típico Sóooo para que se detuviera. A las mulas las domaban enseñándoles esas voces, que era el idioma universal para comunicarse con ellas. No imaginaba que algún día aspiraría a dirigir una Escuela que ha contribuido a transformar la forma de obtener alimentos, aunque quizás ese sueño nació entonces y no fui consciente de ello.
El próximo mes de octubre hará 50 años que ingresé como alumno en esta Escuela. Entonces los alumnos entraban en la Universidad un año más joven que en la actualidad. Otra diferencia con la actual admisión era que no había cupo en ninguna carrera. Se admitía a todos los alumnos que habían superado la prueba de acceso y lo solicitaban, de modo que vine aquí porque puse esta Escuela como mi primera y única opción.
Cuando era estudiante preguntaba a mis profesores de maquinaria qué máquinas había para cosechar aceitunas, porque era una tarea todavía muy pesada en aquella época. Había sufrido frío en los olivares y convivido con personas que pasaban muchos más días que yo vareando olivos y recogiendo con las manos las aceitunas del suelo.
No es de extrañar que, tras obtener el título de Ingeniero Agrónomo y realizar una estancia en Francia becado por el Consejo Oleícola Internacional, entrara de becario en la Escuela para colaborar con un proyecto de desarrollo de los primeros vibradores de tronco que se fabricaron en España. Tras muchos viajes y estancias en Jaén, conseguimos máquinas válidas que se explotaron comercialmente. Hoy España es la primera potencia mundial en fabricación de vibradores para recolección de la aceituna.
Tuve la inquietud de pedir una beca Fullbright y la suerte de que me la concedieran, disfrutando de una estancia de año y medio en la Universidad de California.
De regreso a Madrid, conseguí un contrato de profesor en la entonces Escuela T. S. de Ingenieros Agrónomos, y transcurridos algunos años obtuve el nivel de Profesor Titular de Universidad.
Quien haya pasado alguna vez por el pasillo donde está mi despacho, habrá observado que la puerta está siempre abierta. Está así desde que ocupé el actual despacho en el año 1990. Está abierta en sentido literal, lo cual es evidente, pero también está abierta en sentido figurado, como han comprobado todas las personas que alguna vez se han acercado porque necesitaban decirme algo. Nunca he dicho a alguien que no lo podía atender en el momento. Si llego a ocupar el despacho de Director de la Escuela, la puerta de ese despacho también estará siempre abierta y espero que sea traspasada con frecuencia por nuestro personal, alumnos y visitantes, seguros de que van a ser recibidos de forma acogedora. Para animar a que eso ocurra, en cuanto la situación sanitaria permita realizar una actividad normal y hayamos recuperado la presencialidad plena, visitaré todas las dependencias de la Escuela para conocer a la totalidad de las personas que trabajan en ellas.
También, y esto pueden atestiguarlo cuantos alguna vez han solicitado mi colaboración en cualquier tarea, he dicho sí a todo lo que se me ha pedido, aunque ello haya supuesto dedicar tiempo y esfuerzo. He colaborado con otros profesores y he ayudado a los alumnos en cuanto ha estado en mi mano. Nunca he dicho “no tengo tiempo” u otra frase evasiva.
He realizado estancias de varias semanas de duración en universidades y centros de investigación de México, Cuba, El Salvador, Brasil, Argentina y Chile.
Coordino uno de los Grupos de Cooperación que existen en la Escuela, varios alumnos han viajado a lugares lejanos auspiciados por el Grupo para realizar su TFG o TFM en tareas de cooperación, y yo mismo he viajada a una localidad situada a orillas del río Congo y a una pequeña ciudad de la Amazonia brasileña.
No solo he ido al extranjero, también he atraído a estudiantes extranjeros. Durante cinco años consecutivos coordiné y participé en la impartición de un curso Athens.
A instancias de mis compañeros, que me empujaron a ello, he sido Secretario del antiguo Departamento de Ingeniería Rural, Director del mismo Departamento, Coordinador durante los primeros meses de existencia del nuevo Departamento de Ingeniería Agroforestal.
A nivel de Escuela también han requerido mi participación, soy Coordinador de dos Grados, uno en extinción y otro actual, y acabo de pasar tres meses como Coordinador del Máster Habilitante por ausencia temporal del compañero que desempeñaba ese cargo.
Estamos en campaña electoral y eso aviva el amor que se siente por la Escuela. La campaña electoral es un Cupido que lanza sus flechas y todos los candidatos nos sentimos enamorado de estas instalaciones, de estas personas y de estos sentimientos. En mi caso, Cupido ha incrementado un cariño del que he dado pruebas muchos años antes de ser candidato a Director. Cuando se escribe un libro, y esto lo sé por experiencia (en la biblioteca de la Escuela hay 7 títulos de los que soy autor), aunque lo primero que aparecerá en la portada es el título, muchas veces es lo último que se escribe. Primero se planea el contenido; durante el proceso se piensa en un título, y con el libro terminado se suele cambiar por otro título que se ajuste mejor al contenido.
Cuando escribí Sine Agricultura Nihil, un libro que está en la sección de literatura de la biblioteca de la Escuela y en la Navidad del año 2010 se distribuyó en la entonces Escuela de Ingenieros Agrónomos y en el Colegio de Ingenieros Agrónomos (también lo ofrecí a la entonces Escuela de Ingeniería Técnica Agrícola), el proceso fue el inverso; primero escribí el título, para que coincidiera con el lema de la Escuela, y después ideé una historia que se acomodara al título. Era un modesto modo de introducir a la Escuela en el Universo literario.
MISIÓN Y VISIÓN DE LA ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA AGRONÓMICA, ALIMENTARIA Y DE BIOSISTEMAS
Nuestra Escuela nunca se ha puesto de moda porque probablemente nunca haya dejado de estarlo. Algo que el ser humano siempre ha hecho desde que apareció en la historia de la evolución ha sido comer, y no dejará de hacerlo mientras siga en este mundo. Las tierras cultivadas ya han llegado a su límite a nivel mundial. La creciente población humana no se podrá alimentar a base de aumentar la superficie del planeta dedicada a producir alimentos, sino siendo más eficientes en la producción y conservación de los mismos. Una de las cosas que ha puesto en evidencia la actual crisis sanitaria es la importancia de los sectores sanitario y agroalimentario. Las cuestiones medioambientales se valoran cada vez más. Nosotros tenemos la suerte de impartir enseñanzas relacionadas con la biotecnología sanitaria, la producción y elaboración de alimentos, y el medio ambiente rural. Tenemos una oportunidad de reivindicarnos como un sector esencial del sistema educativo. Somos parte de una entidad imprescindible, con mucha historia y un futuro ilimitado.
La misión fundamental de la Escuela es formar profesionales en esos sectores esenciales. La labor prioritaria es la docencia, con el complemento necesario de proporcionar los medios para que nuestros egresados accedan en el menor tiempo posible al mercado laboral. No basta con formar profesionales competentes, sino que hay que darles el empujón y los medios para que demuestren su competencia (incluida la cantera para continuar la labor docente en el nuestro y en otros centros universitarios). La docencia debe estar apoyada en tres soportes; tres soportes proporcionan el apoyo más estable, ya que se adaptan a cualquier superficie sin importar sus irregularidades. Los tres soportes son la investigación, la cual permite generar nuevos conocimientos, la innovación o aplicación del conocimiento a nuevos desarrollos útiles y la difusión para popularizar el conocimiento fuera de nuestro ámbito; antes se conseguía escribiendo en revistas y libros y actualmente también por medios digitales.
Debemos apostar por la cantidad, de la cual saldrá la calidad. Hay que hacer los mayores esfuerzos para que nuestras titulaciones reciban cada año una cifra de nuevos alumnos acorde con nuestra capacidad y lo que estipulan las respectivas memorias de verificación. Estamos orgullosos de tener un Grado con la mayor nota de corte de la UPM, pero en otros nunca hemos cubierto el cupo de admisión. Siempre hemos recibido alumnos procedentes de provincias, la mayoría porque sus familias están vinculadas con la agricultura, pero también tenemos que ganarnos a los jóvenes madrileños.
Algunas veces he oído decir a estudiantes que, cuando comentaron a su entorno de amigos que querían estudiar algo relacionado con la agricultura, le contestaron que eso no lo había en Madrid. No creían que en una ciudad muy grande, donde la palabra “campo” solo se relaciona con la Casa de Campo, hubiera enseñanza de agricultura, y tuvo que estar averiguando si alguna de las universidades madrileñas ofrecía esos estudios. Los escolares tienen que conocer nuestra existencia e instalaciones. Debemos proseguir e incrementar acciones que, con mayor o menor éxito, ya se han intentado anteriormente. Tenemos muchas cosas que gustan a jóvenes de esa edad: bodega, quesería, banco de germoplasma, laboratorios bien equipados, colección de plantas, de insectos, el edificio más antiguo de la Ciudad Universitaria, nuestro reloj de sol, además del Campo de Experimentación. En la Escuela de Caminos ofrecen algo parecido; muchas mañanas hay grupos de niños y para ello han habilitado un taller de matemáticas junto a la biblioteca, siendo los monitores alumnos con beca colaboración. Aquí no tenemos que habilitar nada, pues lo que podemos enseñar es más atractivo y variado, y contamos con la ventaja de que muchas de esas instalaciones están muy próximas a una estación de Metro.
Otra posibilidad de dar a conocer nuestra Escuela, si cuento con la conformidad de otras personas, especialmente de los/las conserjes, y con ello aúno mi principal afición con mi profesión, es que algún aula sea sede de torneos de ajedrez infantiles o juveniles. La Federación Madrileña de Ajedrez organiza muchos torneos a lo largo de la temporada y solo dispone de una sala propia de juego. Hay torneos llamados Sub 10, Sub 12, Sub 14, etc. en función de la edad máxima de los participantes. No costaría mucho acordar con la Federación que seamos sede de alguno de esos torneos. La Federación traería los tableros, piezas, relojes, planillas y árbitro, nosotros pondríamos la sala, mesas y sillas, y vendrían niños.
Si en torno a la festividad de San Isidro organizamos una actividad que se considere atractiva a los vecinos de Madrid, se puede proponer al Ayuntamiento que lo incluya en el programa de fiestas del que se hacen miles de ejemplares y cuelgan en su página web.
En el sector profesional que mejor conozco, me consta que nuestros alumnos y egresados son valorados por encima de los de otros centros y copan los puestos técnicos en las principales empresas, pero ni podemos dormirnos en los laureles ni dejar de aspirar que ocurra lo mismo en otros sectores (si es que no ocurre en la actualidad). La marca comercial más conocida del mundo quizás sea Coca-Cola, y no por ello deja de hacer continuamente campañas publicitarias. Nosotros debemos mantener una mejora continua de la formación que damos a nuestros estudiantes, y solicitar o exigir a las instancias competentes los recursos necesarios.
La internacionalización de nuestro centro debe ser un objetivo natural. Nuestras colaboraciones en docencia, investigación, innovación y cooperación con otras universidades y centros de investigación son un inmejorable punto de partida para buscar sinergias con los ámbitos que nos son afines.
ACTIVIDAD DOCENTE E INNOVACIÓN EDUCATIVA
En estos momentos, hay un número no desdeñable de centros en otras universidades que ofertan titulaciones en los mismos ámbitos del saber que el nuestro. Debemos formular una oferta de calidad, observable en nuestra página web, en las ventajas competitivas de nuestros egresados y con la fuerza suficiente como para que se transmita en el boca a boca.
En los últimos años hemos sufrido varias sacudidas con réplicas, como las de los terremotos. La entrada en vigor del conocido como Plan Bolonia, que obligó a estructurar las enseñanzas en los niveles de Grado y Máster, más la eliminación de duplicidades de titulaciones como consecuencia de la fusión entre las dos antiguas Escuelas, ha hecho que en pocos años hayan aparecido y desaparecido titulaciones. Antes, cada vez que se cambiaba de plan de estudios, el nombre de la titulación se mantenía. Ahora los egresados en Grados que han sido sustituidos por otro cuyo nombre es idéntico sentirán que sus estudios tienen continuidad, pero los egresados en Ingeniería y Ciencia Agronómica y los egresados en Tecnologías de las Industrias Agrarias y Alimentarias pueden formar, cada grupo, una asociación cuyo principal objetivo sea explicar a la sociedad qué estudiaron, porque probablemente en el futuro no haya otra titulación que tenga las mismas denominaciones.
La oferta docente de nuestro centro es suficientemente amplia; existen 5 titulaciones de Grado (más 4 en extinción), un Máster habilitante, 11 másteres universitarios de especialización (uno en colaboración con la Facultad de Veterinaria, uno en colaboración con la Escuela de Montes y uno ligado con doble Máster al habilitante) y 5 másteres propios. Además, se acaba de pone en marcha un curso de experto en Agricultura de Precisión.
Creo que hay que dar un tiempo de reposo a las titulaciones que marcan nuestra columna vertebral, los Grados y el Máster habilitante, y estar alertas si surgen demandas de especialistas en determinado sector para formarlos, a modo de ramas que brotan del grueso y diverso tronco que sustenta nuestra casa. Esas demandas se satisfarán con títulos de especialización propios cuya puesta en marcha es más ágil. Pero reposo no significa inmovilismo. En el Grado en Ingeniería Agrícola se acaba de solicitar una pequeña modificación de la memoria de verificación. Todos los Grados son mejorables y se pueden modificar al ritmo que permite la normativa. Las titulaciones son entes dinámicos, casi vivos, que requieren actualizaciones, no solo en sus documentos fundacionales como es la memoria de verificación, sino también en el día a día de su funcionamiento. Las comisiones de coordinación de los Grados y Másteres se han mostrado como una buena herramienta de organización y mejora de los mismos; debemos seguir reforzando dichas comisiones de coordinación. Los alumnos deben estar concienciados de que ellos también pueden aportar sugerencias valiosas a través de los representantes que participan en las comisiones de las titulaciones y los restantes miembros de cada comisión valorar esa participación. Hay que tomarse totalmente en serio los documentos que se elaboran sobre la marcha de las titulaciones, como son los informes de asignatura y de titulación. Discurrir pequeñas mejoras consensuadas tras un debate serio, que puedan incorporarse curso a curso para alcanzar el objetivo final, que es la mejor capacitación de los egresados como personas y como titulados. Los alumnos deben tomarse en serio las encuestas que se realizan al final de cada periodo lectivo y los profesores escuchar sus opiniones. Por ejemplo, en las encuestas del Máster Universitario en Ingeniería Agronómica, que he revisado recientemente con motivo de ocuparme temporalmente de su coordinación, había numerosas opiniones de que debe contener más actividades prácticas. He tomado nota y lo aplicaré a partir del próximo curso en la asignatura de ese Máster que imparto. Los alumnos son los primeros interesados en que la docencia alcance la máxima calidad y eficacia; hay que escucharlos, esforzarnos en darles la mejor formación posible. Exigirnos y exigirles. Trabajarán, pero al final estarán agradecidos.
En nuestro centro existen 18 grupos de Innovación Educativa que agrupan a unos 200 miembros entre PDI y PAS, lo que nos permite aventurar que podremos mantener la mejora continua de las metodologías docentes con cierta garantía de éxito.
La oferta académica se completa con los 5 programas de doctorado existentes en nuestro centro. Las líneas de investigación propuestas conforman una oferta atractiva con suficiente fuerza como para atraer doctorandos procedentes de otras universidades.
ACTIVIDAD INVESTIGADORA
Nuestra Escuela tiene un buen nivel en lo relativo a investigación, contando con 30 grupos de investigación y tres centros (CEIGRAM, CBGP e Itd). Pero, ¿qué sabemos de lo que se hace en esos grupos y centros de investigación?, confieso que yo conozco muy poco y, de algunos, nada. Una iniciativa interesante es invitarles a que, aquellos que quieran, muestren a toda la Escuela un resumen de sus trabajos recientes y actuales. Una charla en un salón de actos o por otro medio, un grupo o centro al mes, serviría para conocerlos, que exhibieran sus logros y para que surgiesen ideas o colaboraciones insospechadas. Hace muchos años, cuando existían las antiguas cátedras, se hizo esa labor de divulgación interna de tareas investigadoras, y unos grupos ofrecieron ideas y su colaboración a otros en temas aparentemente independientes, pero que descubrieron puntos en común.
Quizás tengamos año tras año el récord de tesis leídas en la UPM, algunas realizadas por doctorandos extranjeros que nos eligieron para ser doctores.
Casi la mitad de los proyectos que se desarrollan en nuestro centro son fruto de convenios con empresas privadas, lo que abre perspectivas de empleabilidad a nuestros egresados. Muchas empresas relacionadas con los sectores agroalimentarios tienen en sus puestos directivos a antiguos egresados de esta Escuela, por lo que será fácil estrechar las relaciones con ellas; la dirección debe promover el acercamiento y los grupos de profesores de ese sector proponer colaboraciones.
Disponemos de la Fundación Premio Arce para gestionar los proyectos y convenios desde un organismo muy próximo. Hasta el año 2012, los cánones generados por proyectos y convenios realizados a través de la Fundación Premio Arce eran gestionados por la misma, e ingresaba rápidamente en cuentas de la Escuela y de los Departamentos la proporción de los cánones que les correspondía. Su disposición era rápida y ágil. A partir de ese año la Fundación solo se queda con la parte de los cánones reservado al órgano gestor, pero el resto lo ingresa en una cuenta de la UPM quien, teóricamente lo traspasa a cuentas del centro y de los Departamentos gestionadas desde la OTT. El problema no es solo que la disponibilidad al centro y a los Departamentos se retrase y sea menos ágil, sino que los últimos cánones puestos a disposición de los Departamentos y del centro son los correspondientes a convenios del año 2015. Tenemos dos reivindicaciones pendientes con el Rectorado: la devolución de los cánones posteriores a esa fecha y la gestión directa desde la Fundación Premio Arce como ocurría hasta el año 2012.
ESTRUCTURA DEL CENTRO Y DE LA DIRECCIÓN DE LA ETSIAAB
La ETSIAAB dispone en estos momentos de una estructura departamental constituida por 5 departamentos y 2 secciones departamentales de los departamentos trasversales de Matemática Aplicada y Lingüística Aplicada. Desde la dirección se deberá trabajar conjuntamente con las direcciones de los Departamentos.
El Personal de Administración y Servicios adscrito a los Departamentos es una pieza clave en el desarrollo de las actividades de docencia e investigación, y el adscrito a los llamados Servicios Centrales para el buen funcionamiento de las estructuras de gestión que apoyan dichas actividades. La Relación de Puestos de Trabajo suele pasar por largos periodos inamovible, pero debe actualizarse para atender a las necesidades que vayan surgiendo.
El Director de la Escuela ostenta la representación del centro y ejerce las funciones de dirección y gestión ordinaria, siendo sus competencias las que establece el artículo 74 de los Estatutos de la UPM, una de las cuales es “Designar a los Subdirectores y al Secretario del Centro, así como a los Adjuntos a la Dirección”. Por ello, si resulto elegido Director buscaré un equipo entre las personas más dispuestas a entregar su tiempo a las funciones que se le encomienden en aras del mejor funcionamiento posible de todos los engranajes de la Escuela, sin favorecer una parte de los mismos en detrimento de otros. Quienes ostenten estos cargos, más una representación de los directores de Departamento, el alumnado y la Junta de Escuela constituyen la Comisión de Gobierno que asistirá al Director según establecen también los estatutos.
Considero que no es necesario rodearse de más consejos, comités o comisiones que las estatutariamente establecidos. Las decisiones se deben tomar en el ámbito de actuación de cada una y el Director asumir su responsabilidad en las que es competente según los estatutos.
Hay algunas subdirecciones tradicionales y otras que han aparecido y desaparecido en los sucesivos mandatos según las necesidades. Es fundamental contar con una Subdirección de Ordenación Académica, cuyo responsable esté auxiliado por los Coordinadores de cada titulación a fin de organizar la programación docente, distribución de aulas, etc. Una Subdirección dedicada a los demás asuntos relacionados con los estudiantes diferentes de la programación docente, como son las prácticas externas, movilidad, inserción laboral y relaciones con los egresados. Una Subdirección de Investigación que se ocupe de las competencias relativas al doctorado. Una Subdirección de patrimonio e Infraestructuras, bien apoyada por parte del personal destinado en los Servicios Centrales de la Escuela, que se ocupará del mantenimiento y mejora de las instalaciones. Una Subdirección relacionada con todos los temas relativos a la calidad, dada la importancia cada vez mayor que se da a este tema, entendida por tal principalmente la calidad docente, y la atención a todos los procesos de verificación, renovación o certificación de titulaciones. El resto de responsabilidades que no pudieran ser atendidas directamente por el Director o alguno de los Subdirectores se cubrirían con Adjuntos, en un número que podría variar con el tiempo, entre los cuales habría quizás un Adjunto para asuntos económicos, para relaciones con el exterior, servicios informáticos de la Escuela, gestión del Campo de Experimentación …
La Junta de Escuela es el máximo órgano de decisión del centro. A ella corresponden atribuciones tan importantes como las propuestas de creación o supresión de titulaciones, la elaboración y revisión de planes de estudio o la definición de necesidades de personal.
Como resultados de muchos años de colaboración con empresas del sector de la maquinaria, junto con la profesora Pilar Linares Anegón, en este vídeo se puede ver la gran cantidad egresados de la ETSIAAB que trabajan en empresas de Tractores y máquinas agrícolas. La formación que reciben en la ETSIAAB es muy apreciada por las grandes multinacionales del sector.